miércoles, 7 de octubre de 2009

Dicen que los grandes andan caidos en desgracia


Vemos en Sudamerica. Argentina: Boca Juniors anda mal, River Plate fatal. En Brasil: Fluminense casi seguro al descenso, Chile: Colo - Colo mal, Uruguay: Peñarol pésimo desde hace rato.

Ecuador: Dos equipos que sumando todos sus títulos hacen más de la mitad de los torneos profesionales que se han jugado en el país. Dos clubes que varias veces se han disputado la supremacía del balompié ecuatoriano hoy ni siquiera pudieron clasificar a una fase final donde entran ocho de doce equipos, es más, "agradezcan" que no descendieron.

Barcelona Sporting Club y el Club Deportivo El Nacional viven un punto bajísimo en su historial. Podríamos fácilmente decir que fueron los equipos que peor jugaron este 2009 y que no se condenaron a la Serie B por el peso de sus camisetas, mucho mayor que los desafortunados Técnico Universitario y Liga de Portoviejo, los cuales ofrecieron mejor espectáculo que canarios y criollos a lo largo de la temporada.

Señalar los problemas de estas escuadras está demás. Que el Barcelona es botín político, que todos se quieren servir de Barcelona, que la plata que debe parece la deuda externa del Ecuador, que los periodistas y la afición j... presionan tanto que no dejan trabajar en paz. Que Nacional debe abrir más su mentalidad, que deben tomar decisiones más rápido, que los militares ya no pueden con esto solos, que los de "solo futbolistas criollos" no da para más. Todo esto se señala, pero ¿qué se puede hacer?.

En teoría es fácil: cambiar esas realidades, pero ¿quién se puede hacer cargo del mismo?. Ahí el problema, mientras no asome gente que tenga un plan efectivo y sobretodo muchos arrestos para hacer posible revertir esa historia, estos planteles seguirán pasando por momentos oscuros. Claro, la única esperanza que queda es que el fútbol, como la economía y la vida, tiene sus ciclos, que "no hay mal que dure cien años" y Barcelona y Nacional volverán a ser "pesos pesados" del torneo. Mientras tanto, paciencia y trabajo duro.

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